jueves, 26 de marzo de 2009

De la entropia a la irreversibilidad de un crecimiento


Los primeros pobladores de Huaycán eran, en su mayoría, hijos de migrantes cuya socialización primaria ocurrió en la ciudad. Habían participado en los procesos electorales, en la renovación de sus dirigencias vecinales, en sus acciones sindicales, en los paros nacionales y en las luchas barriales por terrenos y servicios.

En paralelo surge la asociación denominada Horacio Zevallos, controlada por el partido comunista del Perú, Patria Roja, quienes habían participado inicialmente en el proyecto Huaycán, pero decidió retirarse de las coordinaciones con la Municipalidad y continuar su proceso de inscripciones por cuenta propia. Habían abierto inscripciones en plazas y otros lugares públicos sin preocuparse de que los interesados reunieran los requisitos exigidos por Huaycán. Es por ello, que las fricciones entre Huaycán y Horacio Zevallos alcanzó la exasperación que culminó con el asesinato de un dirigente de la asociación Horacio Zevallos en noviembre de 1984.

Finalmente, la asociación conducida por Patria Roja logró posesionarse de terrenos aledaños, en la parte derecha, respecto al ingreso desde Carretera Central, creando un asentamiento que podía beneficiarse de las obras y servicios que se le proporcionaría a Huaycán.

Luego de la ocupación en Huaycán emergieron las necesidades básicas en servicios públicos. Algunos dirigentes bajaron a la comunidad de Santa Clara, convenciendo a una línea de buses que ampliara su recorrido, y a propietarios de camiones cisterna para que suministraran agua.

La escasez de agua, electricidad y saneamiento, convertía la salud de los pobladores en uno de los problemas más urgente. Por eso, el mismo día de la ocupación se instaló una posta médica convocando a los paramédicos y enfermeras que se encontraban para organizar turnos de atención. Luego llegaron varios médicos a ofrecer sus servicios gratuitamente, pertenecientes a hospitales como el Hermilio Valdizan o el centro médico de Vitarte.

Inicialmente en Huaycán se reconocieron 150 niños a los que se tenía que atender con prioridad en educación. Por lo que se hizo un llamado general a través de las radio bocinas (que se convirtió en el mejor medio de comunicación entre UCV) a todos los maestros titulados, bachilleres y estudiantes de educación que estaban entre los ocupantes. Al contar con maestros y alumnos, lo que faltaba era un local. El primer colegio en Huaycán parecía un campamento siendo levantado en faena comunal con recursos de la población.

Asimismo, un padre monfortino, de origen italiano, se convirtió en un asiduo visitante de la quebrada, dedicándose a este lugar. Para inicios de 1985 se levanta en conjunto con la población la primera capilla que luego se convertiría en la actual parroquia San Andrés.

La avenida de acceso principal a Huaycán se le denominó José Carlos Mariategui, por la gran representatividad del grupo social que formó parte de Huaycán, y a la avenida paralela Andrés Avelino Cáceres por el mismo motivo. Su avenida transversal del centro de Huaycán se le llamó 15 de Julio, en honor a la fecha de su fundación y en ella emergió la dinámica de comercio que perduró por más de 10 años como gran avenida mercado.

Los vehículos de transporte que venían de Huaycán bordeaban el barrio El Descanso, por la vía denominada avenida de circunvalación, estimándose en el futuro la creación de una vía directa de acceso a Huaycán, en la lateral izquierda viniendo desde carretera central, a fin de conservar su conformación, conectar la mayor parte de barrios, el parque industrial, el mercado, la avenida comercial y continuar hasta Cieneguilla. Por otro lado, del lado derecho del barrio El Descanso se establece la vía provisional de accesibilidad a Horacio Zevallos, por lo que la intensidad de la avenida de circunvalación se volvió articuladora entre estos tres barrios ya existentes.

Sin embargo, las diferencias sociales, económicas y políticas determinaron una mezcla urbana, ejemplo de ello fue la venta y abandono de muchos de los lotes por los propietarios del barrio el Descanso dejándolos a manos de sus guardianes, disminuyendo gradualmente el valor de suelo, tomando valor de conservación sus parques, retiros, espacios públicos con áreas verdes. Asimismo, la concentración de mayor fuerza laboral y energía comercial pasó a manos de Huaycán, fortaleciendo las redes de comunicación como transporte público y telecomunicaciones (se crea la radio de la zona, las redes de telefonía y cable se amplían, nacen las centrales de Internet creándose el portal web de la zona).

Pero por otro lado, el palacio arqueológico de Huaycán perdía interés colectivo por quienes formaban parte de su entorno y las tierras de cultivo en las laderas bajas de Pariachi se convertían para algunos en un paisaje de resistencia frente a los barrios existentes.

Todos estos eventos ocurrirían durante el primer gobierno de Alan García en la segunda mitad de la década de los ochenta.

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